miércoles, 28 de noviembre de 2018

Escuela N° 132 de Lago Puelo


Leyendo y comiqueando

- Integrantes del equipo docente: Germán Leguizamón, Sandra Santarelli, Nancy Nuciforo
- Bibliotecaria: Gabriela Rama

En nuestra escuela, trabajamos dos grupos de tercer grado y uno de segundo, sumando en total 45 alumnos/as aproximadamente. El equipo docente, además de estar conformado por los/as tres maestros/as de grado, contó con la presencia de la bibliotecaria.
El grupo de alumnos/as es heterogéneo y no habían realizado experiencias de trabajo colaborativo durante el año, lo cual hizo que esta experiencia resultará muy enriquecedora. El equipo docente, si bien se mantuvo en la mayor parte de la propuesta (que se llevaba a cabo los días viernes), sufrió algunas alteraciones debido a licencias, pero que no afectó al desarrollo de las actividades.
Para nosotros/as, los/as docentes que formamos parte de la Escuela Nº 132, la escuela es una comunidad de lectores/as. Un espacio en donde compartimos lecturas con diferentes propósitos y compartimos, también, nuestras impresiones, sensaciones, apreciaciones sobre estas lecturas tanto entre grandes como chicos/as.
Como dice Graciela Montes en su texto “La gran ocasión”, la escuela es un gran igualador al momento de promocionar la lectura. No desde una posición de otorgar algo que al otro/a le falta, si no de propiciar la experiencia lectora. Generar espacios en los que se habilite la posibilidad de leer (y escribir) junto a otros/as que colaboren y cooperen en la formación.
Asimismo, como posicionamiento, nos resulta interesante lo propuesto por María Teresa Andruetto en su artículo “Elogio de la dificultad”, donde manifiesta que la literatura es el lugar en el que se suceden rupturas, por lo que es interesante enfrentar a alumnos/as con sus propias limitaciones a la hora de leer, realizar ese esfuerzo que se provoca al interactuar con un texto que no necesariamente repasa clises, sino que es particular y propone una experiencia desde el lenguaje y el recorrido literario que la hace única.

Los propósitos con los que trabajamos fueron los relacionados a nuestro Proyecto Institucional Lector.
  • Generar espacios institucionales de lectura donde se produzca la mediación entre lectores/as “más experimentados” y aquellos/as en formación.
  • Acompañar trayectorias lectoras promoviendo la diversidad de géneros, temáticas, autores
El Diseño Curricular de la provincia del Chubut plantea que “Enseñar a leer, significa, entonces, disponer en la escuela y en el aula las condiciones para que niños y niñas participen, en primer lugar, en múltiples y cotidianas situaciones de lectura, con finalidades, interlocutores y ámbitos, de interacción diversos; y en segundo lugar, que esas situaciones sean para los/as niños/as la oportunidad de ampliar sus conocimientos sobre el lenguaje escrito, por ejemplo, aproximándose a diversos textos y autores, dándose cuenta de las diferencias entre distintos géneros, adquiriendo estrategias de lectura, notando efectos de sentido.” (pg. 14)
Como Equipo Docente, consideramos que la propuesta Comiqueando nos permitió generar este espacio, donde se promovieron competencias tales como la creatividad, imaginación, el juego para poder resignificar una historia con un nuevo formato, valiéndose de nuevos recursos y poniendo en juego habilidades vinculadas con la apropiación y resignificación.

El trabajo se llevó adelante con una periodicidad semanal. Nos encontramos los días viernes para trabajar en el comedor los tres grados, los docentes de aula y la maestra bibliotecaria.
Comenzamos leyendo los cuentos “Sixto seis cenas” y “Finn Herman” con apoyo visual (a través del cañón). Conversamos acerca de estas historias, sus personajes, cómo nos vinculamos con ellos, nuestras impresiones y a partir de allí buscamos si tenían algún punto en común. Debido a que ya se había trabajado en los grados en otro momento del año la historieta, y sabiendo los/as alumnos/as que el propósito de los encuentros era realizar una historieta, decidimos transformar a “Finn Herman” de género.
En los encuentros sucesivos revisamos historietas, observamos las diferentes estéticas, recursos (fondos, colores o blanco y negro, representación de espacios) y prestamos especial atención a los globos. De qué forma se utilizaban y para expresar qué. Presentamos un afiche con esta información sistematizada y jugamos a qué diálogos de Finn Herman irían en los diferentes globos (por ejemplo el famoso “Ñam!”).
Realizamos un afiche en el que quedaron plasmados los momentos del cuento (con su acción), qué personajes participaban y en qué espacio se encontraban. A partir de allí se armaron grupos de hasta 3 integrantes de diferentes grados para realizar una de las viñetas de esta historia.
Las viñetas se hicieron en un estilo de collage, con un tamaño de 30 cm x 30 cm.
Si bien evaluamos que no es sencillo trabajar con un grupo tan numeroso, experimentamos una satisfacción al compartir la tarea con los/as colegas. Fue un momento para compartir y enriquecernos con la mirada del otro/a. Asimismo, los/as alumnos/as evaluaron que “se hicieron amigos/as de chicos/as de otro grado” al tener que trabajar colaborativamente. También se mostraron satisfechos/as con el producto.
La historieta se socializó a través de su exposición en la galería principal, habiendo informado previamente en el momento de la entrada (donde se comparten las novedades) a toda la escuela de qué se trataba el proyecto y quiénes habían participado.
Una vez concluida esta etapa, esperamos poder armar un libro de encuadernación “casera” para su conservación en la biblioteca escolar.
Nos parece interesante destacar que la secuencia de trabajo “Comiqueando” se adaptó para utilizarla en uno de los talleres que se realizan semanalmente, por la tarde, en la Jornada Completa, siendo de interés para los/as alumnos/as participantes

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