Leyendo y comiqueando
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Integrantes del equipo docente: Germán Leguizamón, Sandra
Santarelli, Nancy Nuciforo
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Bibliotecaria: Gabriela Rama
En nuestra escuela, trabajamos dos grupos de tercer grado y uno de segundo, sumando en total 45 alumnos/as aproximadamente. El equipo docente, además de estar conformado por los/as tres maestros/as de grado, contó con la presencia de la bibliotecaria.
El
grupo de alumnos/as es heterogéneo y no habían realizado
experiencias de trabajo colaborativo durante el año, lo cual hizo
que esta experiencia resultará muy enriquecedora. El equipo docente,
si bien se mantuvo en la mayor parte de la propuesta (que se llevaba
a cabo los días viernes), sufrió algunas alteraciones debido a
licencias, pero que no afectó al desarrollo de las actividades.
Para
nosotros/as, los/as docentes que formamos parte de la Escuela Nº
132, la escuela es una comunidad de lectores/as. Un espacio en donde
compartimos lecturas con diferentes propósitos y compartimos,
también, nuestras impresiones, sensaciones, apreciaciones sobre
estas lecturas tanto entre grandes como chicos/as.
Como
dice Graciela Montes en su texto “La gran ocasión”, la escuela
es un gran igualador al momento de promocionar la lectura. No desde
una posición de otorgar algo que al otro/a le falta, si no de
propiciar la experiencia lectora. Generar espacios en los que se
habilite la posibilidad de leer (y escribir) junto a otros/as que
colaboren y cooperen en la formación.
Asimismo,
como posicionamiento, nos resulta interesante lo propuesto por María
Teresa Andruetto en su artículo “Elogio de la dificultad”, donde
manifiesta que la literatura es el lugar en el que se suceden
rupturas, por lo que es interesante enfrentar a alumnos/as con sus
propias limitaciones a la hora de leer, realizar ese esfuerzo que se
provoca al interactuar con un texto que no necesariamente repasa
clises, sino que es particular y propone una experiencia desde el
lenguaje y el recorrido literario que la hace única.
Los propósitos con los que trabajamos fueron los relacionados a nuestro Proyecto Institucional Lector.
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Generar espacios institucionales de lectura donde se produzca la mediación entre lectores/as “más experimentados” y aquellos/as en formación.
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Acompañar trayectorias lectoras promoviendo la diversidad de géneros, temáticas, autores
El
Diseño
Curricular de la provincia del Chubut plantea que “Enseñar a leer,
significa, entonces, disponer en la escuela y en el aula las
condiciones para que niños y niñas participen, en primer lugar, en
múltiples y cotidianas situaciones de lectura, con finalidades,
interlocutores y ámbitos, de interacción diversos; y en segundo
lugar, que esas situaciones sean para los/as niños/as la oportunidad
de ampliar sus conocimientos sobre el lenguaje escrito, por ejemplo,
aproximándose a diversos textos y autores, dándose cuenta de las
diferencias entre distintos géneros, adquiriendo estrategias de
lectura, notando efectos de sentido.” (pg. 14)
Como
Equipo Docente, consideramos que la propuesta Comiqueando nos
permitió generar este espacio, donde se promovieron competencias
tales como la creatividad, imaginación, el juego para poder
resignificar una historia con un nuevo
formato, valiéndose de nuevos recursos y poniendo en juego
habilidades vinculadas con la apropiación y resignificación.
El
trabajo se llevó adelante con una periodicidad semanal. Nos
encontramos los días viernes para trabajar en el comedor los tres
grados, los docentes de aula y la maestra bibliotecaria.
Comenzamos
leyendo los cuentos “Sixto seis cenas” y “Finn Herman” con
apoyo visual (a través del cañón). Conversamos acerca de estas
historias, sus personajes, cómo nos vinculamos con ellos, nuestras
impresiones y a partir de allí buscamos si tenían algún punto en
común. Debido a que ya se había trabajado en los grados en otro
momento del año la historieta, y sabiendo los/as alumnos/as que el
propósito de los encuentros era realizar una historieta, decidimos
transformar a “Finn Herman” de género.
En
los encuentros sucesivos revisamos historietas, observamos las
diferentes estéticas, recursos (fondos, colores o blanco y negro,
representación de espacios) y prestamos especial atención a los
globos. De qué forma se utilizaban y para expresar qué. Presentamos
un afiche con esta información sistematizada y jugamos a qué
diálogos de Finn Herman irían en los diferentes globos (por ejemplo
el famoso “Ñam!”).
Realizamos
un afiche en el que quedaron plasmados los momentos del cuento (con
su acción), qué personajes participaban y en qué espacio se
encontraban. A partir de allí se armaron grupos de hasta 3
integrantes de diferentes grados para realizar una de las viñetas de
esta historia.
Si
bien evaluamos que no es sencillo trabajar con un grupo tan numeroso,
experimentamos una satisfacción al compartir la tarea con los/as
colegas. Fue un momento para compartir y enriquecernos con la mirada
del otro/a. Asimismo, los/as alumnos/as evaluaron que “se hicieron
amigos/as de chicos/as de otro grado” al tener que trabajar
colaborativamente. También se mostraron satisfechos/as con el
producto.
La
historieta se socializó a través de su exposición en la galería
principal, habiendo informado previamente en el momento de la entrada
(donde se comparten las novedades) a toda la escuela de qué se
trataba el proyecto y quiénes habían participado.
Una
vez concluida esta etapa, esperamos poder armar un libro de
encuadernación “casera” para su conservación en la biblioteca
escolar.
Nos parece interesante destacar que la secuencia de trabajo “Comiqueando” se adaptó para utilizarla en uno de los talleres que se realizan semanalmente, por la tarde, en la Jornada Completa, siendo de interés para los/as alumnos/as participantes
Nos parece interesante destacar que la secuencia de trabajo “Comiqueando” se adaptó para utilizarla en uno de los talleres que se realizan semanalmente, por la tarde, en la Jornada Completa, siendo de interés para los/as alumnos/as participantes
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